A través de los platos de Chladni, fueran realizados los primeros experimentos en transformación material generadas por ondas sonoras de diferentes frecuencias. Los resultados fueron patrones altamente articulados organizados por interferencias de frecuencias. Computando esto para un modelo digital, estas simulaciones representaban el flujo de la ciudad, después modificadas para adaptar a las limitaciones del lugar.

Estas técnicas crearon edificios individuales porosos integrando en su entorno espacios urbanos intersticiales. El entorno público es configurado por la interferencia de edificios verticales con alto grado de diferenciación formal correlacionados con un mixto de organización de actividades, estructuras de eventos y usos.

Esta investigación en comportamientos de la viscosidad y la formación de patrones paramétricos llevaran al diseño de espacios mega-estructurales para la Expo 2010 y a largo plazo el legado urbano, como una alternativa al desarrollo de edificios icónicos de Shanghái, altamente individualizados sin ninguna asociación entre ellos ni integraciones significativas al espacio.